martes, 30 de septiembre de 2014

Memoria de San Jerónimo


Hermanos hoy celebramos la memoria de San Jerónimo, presbítero al cual le tenemos que agradecer sus traducciones de las Sagradas Escrituras. Hombre valeroso de un carácter muy fuerte, pero que se puede agradecer porque por medio de eso sabemos la verdad. San Jerónimo desarrollo muy bien el latín, idioma al cual tradujo la biblia y se le conoce como “Vulgata” (o traducción hecha para el pueblo o vulgo) y fue la biblia durante algunos años para la Iglesia católica.

Por su método enérgico por corregir fue odiado y hasta calumniado en Roma, por lo cual se fue a vivir a Tierra Santa. Los últimos años vivió en una gruta, junto a la Cueva de Belén. Con algunas aportaciones logro construir un convento para hombres y tres para mujeres, y una casa para atender a los que llegaban de todas partes del mundo a visitar el sitio donde nació Jesús. 

Con tremenda energía escribía contra los herejes que se atrevían a negar las verdades de nuestra santa religión. La Santa Iglesia Católica ha reconocido siempre a San Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Biblia, por lo que fue nombrado Patrono de todos los que en el mundo se dedican a hacer entender y amar más las Sagradas Escrituras. Y murió el 30 de septiembre del año 420, a los 80 años.

 
Analicemos pues la siguiente reflexión tomada del prólogo al comentario de san Jerónimo, presbítero, sobre el libro del profeta Isaías.

                   IGNORAR LAS ESCRITURAS ES IGNORAR A CRISTO

Cumplo con mi deber, obedeciendo los preceptos de Cristo, que dice: Ocupaos en examinar las Escrituras, y también: Buscad y hallaréis, para que no tenga que decirme, como a los judíos: Estáis en un error; no entendéis las Escrituras ni el poder de Dios. Pues si, como dice el apóstol Pablo, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios, y el que no conoce las Escrituras no conoce el poder de Dios ni su sabiduría, de ahí se sigue que ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo.

Por esto quiero imitar al amo de casa, que de su provisión saca lo nuevo y lo antiguo, y a la esposa que dice en el Cantar de los cantares: He guardado para ti, mi amado, lo nuevo y lo antiguo; y, así, expondré el libro de Isaías, haciendo ver en él no sólo al profeta, sino también al evangelista y apóstol. Él, en efecto, refiriéndose a sí mismo y a los demás evangelistas, dice: ¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian el bien, de los que anuncian la paz! Y Dios le habla como a un apóstol, cuando dice: ¿A quién mandaré? ¿Quién irá a ese pueblo? Y él responde: Aquí estoy, mándame.

Nadie piense que yo quiero resumir en pocas palabras el contenido de este libro, ya que él abarca todos los misterios del Señor: predice, en efecto, al Emmanuel que nacerá de la Virgen, que realizará obras y signos admirables, que morirá, será sepultado y resucitará del país de los muertos, y será el Salvador de todos los hombres.

¿Para qué voy a hablar de física, de ética, de lógica? Este libro es como un compendio de todas las Escrituras y encierra en sí cuanto es capaz de pronunciar la lengua humana y sentir el hombre mortal. El mismo libro contiene unas palabras que atestiguan su carácter misterioso y profundo: Cualquier visión se os volverá –dice– como el texto de un libro sellado: se lo dan a uno que sabe leer, diciéndole: «Por favor, lee esto». Y él responde: «No puedo, porque está sellado». Y se lo dan a uno que no sabe leer, diciéndole: «Por favor, lee esto». Y el responde: «No sé leer».

Y si a alguno le parece débil esta argumentación, que oiga lo que dice el Apóstol: Cuanto a los dotados del carisma de profecía, que hablen dos o tres, y que los demás den su dictamen; y, si algún otro que está sentado recibiera una revelación, que calle el que está hablando. ¿Qué razón tienen los profetas para silenciar su boca, para callar o hablar, si el Espíritu es quien habla por boca de ellos? Por consiguiente, si recibían del Espíritu lo que decían, las cosas que comunicaban estaban llenas de sabiduría y de sentido. Lo que llegaba a oídos de los profetas no era el sonido de una voz material, sino que era Dios quien hablaba en su interior, como dice uno de ellos: El ángel que hablaba en mí, y también: Que clama en nuestros corazones: «¡Padre!», y asimismo: Voy a escuchar lo que dice el Señor.

 
 
ORACIÓN

OREMOS, Oh Dios, que concediste a san Jerónimo saber gustar de la sagrada Escritura y vivirla intensamente, haz que tu pueblo se alimente cada vez más en tu palabra y encuentre en ella la fuente de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

¡VIVA CRISTO REY!
¡VIVA SANTA MARÍA DE GUADALUPE!
 
Cristobal Yair Torres Vega CCR


martes, 23 de septiembre de 2014

Memoria de San Pio de Pietrelcina


En la vida te podrás preguntar: ¿Qué es el amor? ¿Quién lo ha inventado? ¿Para que existe?, estas y otras más formularas para saber más acerca de este tema pero, solamente podremos llegar al conocimiento de esto a base de vivir experiencias con este. Pero, ¿Cómo es este posible? Si, esto es posible si amas de verdad. A lo largo de tu vida, quizás escucharas mil versiones sobre lo que es el amor, pero como ya lo he comentado solo a través de la experiencia llegaras al conocimiento de este. Y es así como hoy, un santo experimento la más grande expresión de amor. Si, hoy quiero hablarte sobre San Pio de Pietrelcina, hombre que a través del conocimiento del amor que solo Dios nos puede dar de una manera absoluta por medio de su vivir, nos da testimonio de este amor que lo abarca todo. Veamos un poco de su vida…




Nacido en 1887, San Pío de Pietrelcina, sacerdote capuchino, es el fraile de las llagas, que se santificó viviendo a fondo en carne propia el misterio de la cruz de Cristo y cumpliendo en plenitud su vocación de colaborador en la Redención. En su ministerio sacerdotal ayudó a miles de fieles de todo el mundo, principalmente mediante la dirección espiritual, la reconciliación sacramental y la celebración de la eucaristía. Juan Pablo II lo beatificó el día 2 de mayo de 1999, y lo canonizó el 16 de junio de 2002, estableciendo que se celebre su fiesta el 23 de septiembre, aniversario de su muerte (1968).

Así es, este gran santo llego al amor de Dios por su participación dentro de la misión de Cristo, el intenso pedirle a Dios, el deseo por experimentar la pasión de Cristo, fue lo que lo llevo a que obtuviera los estigmas de Jesucristo y llevar a plenitud su vocación al servicio de Dios por medio del servicio a los demás. 
Les dejo la siguiente reflexión tomada de las Homilías de san Gregorio Magno, papa, sobre los evangelios (en el Mundo, pero no del mundo). 
Mi intención es exhortaros a dejar todas las cosas, pero sin excederme. Si no podéis abandonar todas las cosas del mundo, por lo menos retenedlas de manera que no seáis vosotros retenidos en el mundo; las cosas terrenas han de ser poseídas, no han de poseernos ellas a nosotros; vuestras pertenencias han de estar bajo el dominio de la mente, sin dejar que vuestro espíritu se halle dominado por el amor de las cosas, ya que entonces caería él bajo el dominio de las mismas.

Por tanto, usad de las cosas de la tierra, pero que vuestro deseo tienda a las que son eternas; las cosas temporales sean una ayuda en vuestro peregrinar, las eternas el término deseado de esta peregrinación. Todos los acontecimientos del mundo han de ser mirados como de soslayo. Miremos, en cambio, de frente con los ojos de nuestro espíritu la meta hacia la cual caminamos.

Extirpemos de raíz nuestras malas costumbres, arrancándolas, no sólo de nuestro obrar, sino también de nuestro afecto. Que no nos aparten del convite eterno ni los deseos carnales, ni las preocupaciones absorbentes, ni el fuego de la ambición, sino que las cosas que hacemos en este mundo, aun las que son honestas, hagámoslas como de pasada, y así las cosas terrenales que nos causan placer de tal manera serán una ayuda para nuestro cuerpo que no obstaculizarán a nuestro espíritu.
Por esto, hermanos, no nos atrevemos a deciros que abandonéis todas las cosas; no obstante, si queréis, aun reteniéndolas, las abandonáis, cuando de tal modo gestionáis las cosas terrenas que no por ello dejáis de tender con todo vuestro corazón a las eternas. Pues usa del mundo, mas como si no usara de él, toda persona que se sirve de las cosas necesarias para su vida exterior y, con todo, no se deja dominar por ellas en lo interior, de tal modo que sirvan a lo de afuera sin debilitar las tendencias internas hacia lo de arriba. Para los que así obran, las cosas terrenas no son objeto de deseo, sino un mero instrumento del que se sirven. Que ninguna, pues, de las cosas de este mundo reprima el deseo de vuestro espíritu, que no os veáis enredados en el deleite que ellas procuran.
Si deseamos el bien, que nuestro espíritu se deleite en los bienes superiores, esto es, los celestiales. Si tememos el mal, pensemos en los males eternos y así, recordando dónde está el bien más deseable y el mal más temible, no dejaremos que nuestro corazón se apegue a las cosas de aquí abajo.

Para lograr esto, contamos con la ayuda del que es mediador entre Dios y los hombres; por su mediación lo alcanzaremos todo prontamente, si estamos inflamados de amor hacia él, que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Hermanos yo los exhorto a que no tengamos apego a nada de este mundo, ya que no somos de este mundo, tenemos una misión, pero no por eso debemos buscar retener cosas materiales, venimos a este mundo sin nada, y saldremos de este mundo sin nada. Busquemos encontrar el amor perfecto de Dios, que es el único capaz de llevarnos hacía la plenitud, la felicidad. El amor está en la naturaleza del hombre, el que no ama está en contra de su propia naturaleza.
Oremos
Tú, Señor, que concediste a san Pío de Pietrelcina el don de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de este santo, la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la perfección que nos propones en la persona de tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén



¡VIVA CRISTO REY!
¡VIVA SANTA MARÍA DE GUADALUPE!

Cristobal Yair Torres Vega CCR



ANTECEDENTES SOBRE LA SANTIDAD

lunes, 15 de septiembre de 2014

Memoria de la Virgen de los Dolores

VIRGEN DE LOS DOLORES

 

 
 
Hoy celebramos la memoria de la siempre Virgen María, en el momento de su sufrimiento al ver a su hijo morir en la Cruz. Nos dicen las Sagradas escrituras que este suceso ya había sido profetizado por el anciano Simeón: Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: «Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos». (Lucas 2: 33-35).

Para estos tiempos tan difíciles yo me pregunto, ¿A qué padre le gustaría ver morir a su hijo? ¿Qué es realmente lo que está pasando en la actualidad? ¿Madres porque asesinan a sus hijos? Oh, es que ya estamos perdiendo el sentido de la existencia del ser humano.
 
Les dejo la siguiente lectura para meditar, basado en los Sermones de san Bernardo, abad

LA MADRE ESTABA JUNTO A LA CRUZ
 
 

El martirio de la Virgen queda atestiguado por la profecía de Simeón y por la misma historia de la pasión del Señor. Éste -dice el santo anciano, refiriéndose al niño Jesús- está predestinado por Dios para ser signo de contradicción; tu misma alma -añade, dirigiéndose a María- quedará atravesada por una espada.

En verdad, Madre santa, atravesó tu alma una espada. Por lo demás, esta espada no hubiera penetrado en la carne de tu Hijo sin atravesar tu alma. En efecto, después que aquel Jesús -que es de todos, pero que es tuyo de un modo especialísimo- hubo expirado, la cruel espada que abrió su costado, sin perdonarlo aun después de muerto, cuando ya no podía hacerle mal alguno, no llegó a tocar su alma, pero sí atravesó la tuya. Porque el alma de Jesús ya no estaba allí, en cambio la tuya no podía ser arrancada de aquel lugar. Por tanto, la punzada del dolor atravesó tu alma, y por esto, con toda razón, te llamamos más que mártir, ya que tus sentimientos de compasión superaron las sensaciones del dolor corporal.

¿Por ventura no fueron peores que una espada aquellas palabras que atravesaron verdaderamente tu alma y penetraron hasta la separación del alma y del espíritu: Mujer, ahí tienes a tu hijo? ¡Vaya cambio! Se te entrega a Juan en sustitución de Jesús, al siervo en sustitución del Señor, al discípulo en lugar del Maestro, al hijo de Zebedeo en lugar del Hijo de Dios, a un simple hombre en sustitución del Dios verdadero. ¿Cómo no habían de atravesar tú alma, tan sensible, estas palabras, cuando aún nuestro pecho, duro como la piedra o el hierro, se parte con sólo recordarlas?

No os admiréis, hermanos, de que María sea llamada mártir en el alma. Que se admire el que no recuerde haber oído cómo Pablo pone entre las peores culpas de los gentiles el carecer de piedad. Nada más lejos de las entrañas de María, y nada más lejos debe estar de sus humildes servidores.

Pero quizá alguien dirá: « ¿Es que María no sabía que su Hijo había de morir?» Sí, y con toda certeza. « ¿Es que no sabía que había de resucitar al cabo de muy poco tiempo?» Sí, y con toda seguridad. « ¿Y, a pesar de ello, sufría por el Crucificado?» Sí, y con toda vehemencia. Y si no, ¿qué clase de hombre eres tú, hermano, o de dónde te viene esta sabiduría, que te extrañas más de la compasión de María que de la pasión del Hijo de María? Éste murió en su cuerpo, ¿y ella no pudo morir en su corazón? Aquélla fue una muerte motivada por un amor superior al que pueda tener cualquier otro hombre; esta otra tuvo por motivo un amor que, después de aquél, no tiene semejante.

Mujer yo te lo digo, piensa muy bien lo que estás haciendo, estas matando a tu hijo, déjalo vivir, no prives la vida de un ser humano, que quiere ser partícipe de este mundo. Ante de practicar ese acto de violencia en contra de tu propio hijo, piensa dos veces o más, ¿Qué es lo que le quieres dejar a este mundo? Si hay una forma de salir adelante.

Dios te ofrece su amor para que puedas salir adelante con tu hijo. Amalo, date esa oportunidad mujer de estrechar ese niño entre tus brazos, para que pueda llamarte Mamá. Él quiere nacer y amarte, o le vas a dar la espalda.
 
Por caridad, no permitamos que siga avanzando esta práctica cruel y sanguinaria llamada “ABORTO”, destruya más vida. Únete a las personas que decimos SI A LA VIDA.
 

OREMOS
 
Dios nuestro, que quisiste que la Madre de tu Hijo estuviera a su lado junto a la cruz, participando en sus sufrimientos, concede a tu Iglesia que, asociada con María a la pasión de Cristo, merezca también participar en su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

¡VIVA CRISTO REY!
¡VIVA SANTA MARÍA DE GUADALUPE!

Cristobal Yair Torres Vega CCR
 
 
 
 


sábado, 13 de septiembre de 2014

Mapa Mental de la Estructura del tema sobre La Santidad


Hola, que tal amigos, aquí les dejo la siguiente liga de un mapa mental, que explica cómo se desarrollará el tema que han estado siguiendo a través de mi Blog.
Muchas Gracias por visitarme.
Saludos

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