MARTIRES DE CRISTO REY
El martirio es un don especia de Dios, concedido a todas aquellas personas que entregan su propia vida por Cristo, Rey eterno, quien ha entregado su vida por nosotros, y así lo manifiesta:
"El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla. Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo". (Juan 10: 17-18 Biblia Clerus)
Y ahora nosotros que vamos hacer por Jesucristo, nuestro Señor, que nos llama desde la voz de nuestros hermanos necesitados. Y, al decir necesitados, no es solamente de necesidades materiales, si no de las espirituales. Porque ya se ha dicho que el hombre tiene una parte espiritual que necesita formar y desarrollar por medio del trato con las demás personas. y si no lo hiciere así, estaría cometiendo un acto de egoísmo, el cual le provocara encerrarse en sí mismo, ocasionando su perdición.
Escuchemos hermanos la voz del niño que pide nacer, no debemos permitir que el aborto siga existiendo. ¿Por qué lo promueven personas que nacieron? y ahora, ¿Qué les da el derecho de decidir sobre la vida de otro ser humano?. Ni siquiera ellos se dieron la vida. Ayudemos a todas aquellas personas que viven en soledad. Alguien podría pensar en los niños de la calle, que tiene padre, pero ¿Por qué están ahí?. También pensar en aquellos hermanos que siendo hijos de padre con una buena condición social, viven y crecen alejados de sus padre, porque sus padres están ocupados en el trabajo, no tiene con quien convivir.
Se tiene que ayudar a todas las personas, porque podemos ver a simple vista rostros felices, pero tu no puedes saber cuando esa persona necesita algo más que cosas materiales. Si, esa persona necesita de ti, porque le niegas la oportunidad de mostrarle una parte de ti, o porque te niegas a compartir con los demás aquello que se te ha dado, siendo que es para darlo a los demás. NO, no puedes privar a los demás de mostrarles la bella persona que eres.
Porque esperar a que hable el otro, sí esta persona esta pensando de la misma manera. Es mejor tomar la iniciativa, para que esperar momentos de dolor, si se puede arreglar de una manera diferente.
Hoy quiero dar las gracias principalmente, al Rey de la gloria eterna, por permitirme seguir viviendo y compartiendo con todos ustedes la alegría de vivir, gozando siempre de su misericordia y de los miles de hermanos que me ha dado para vivir con ellos, y anunciarles que él vive, SI, él vive en nosotros, y solo basta que tu lo quieras para que el haga milagros en tu vida. Dios nunca realizara nada que valla en contra de tu libertad, con la que te ha creado. DIOS TE AMA, Y TE AMARÁ POR SIEMPRE.
Bueno, ahora pasemos a reflexionar con la siguiente lectura del Comentario de san Gregorio de Nisa, obispo, sobre el Cantar de los cantares (Cap. 2: PG 44, 802)
ORACIÓN AL BUEN PASTOR
¿Dónde pastoreas, pastor bueno, tú que cargas sobre tus hombros a toda la grey?; (toda la humanidad, que cargaste sobre tus hombros, es, en efecto, como una sola oveja). Muéstrame el lugar de reposo, guíame hasta el pasto nutritivo, llámame por mi nombre para que yo, oveja tuya, escuche tu voz, y tu voz me dé la vida eterna: Avísame, amor de mi alma, dónde pastoreas.
Te nombro de este modo, porque tu nombre supera cualquier otro nombre y cualquier inteligencia, de tal manera que ningún ser racional es capaz de pronunciarlo o de comprenderlo. Este nombre, expresión de tu bondad, expresa el amor de mi alma hacia ti. ¿Cómo puedo dejar de amarte, a ti que de tal manera me has amado, a pesar de mi negrura, que has entregado tu vida por las ovejas de tu rebaño? No puede imaginarse un amor superior a éste, el de dar tu vida a trueque de mi salvación.
Enséñame, pues -dice el texto sagrado-, dónde pastoreas, para que pueda hallar los pastos saludables y saciarme del alimento celestial, que es necesario comer para entrar en la vida eterna; para que pueda asimismo acudir a la fuente y aplicar mis labios a la bebida divina que tú, como de una fuente, proporcionas a los sedientos con el agua que brota de tu costado, venero de agua abierto por la lanza, que se convierte para todos los que de ella beben en manantial, cuyas aguas brotan para comunicar vida eterna.
Si de tal modo me pastoreas, me harás recostar al mediodía, sestearé en paz y descansaré bajo la luz sin mezcla de sombra; durante el mediodía, en efecto, no hay sombra alguna, ya que el sol está en su vértice; bajo esta luz meridiana haces recostar a los que has pastoreado, cuando haces entrar contigo en tu refugio a tus ayudantes. Nadie es considerado digno de este reposo meridiano si no es hijo de la luz y del día. Pero el que se aparta de las tinieblas, tanto de las vespertinas como de las matutinas, que significan el comienzo y el fin del mal, es colocado por el sol de justicia en la luz del mediodía, para que se recueste bajo ella.
Enséñame, pues, cómo tengo que recostarme y pacer, y cuál sea el camino del reposo meridiano, no sea que por ignorancia me sustraiga de tu dirección y me junte a un rebaño que no sea el tuyo.
Esto dice (la esposa del Cantar), solícita por la belleza que le viene de Dios y con el deseo de saber cómo alcanzar la felicidad eterna.
ORACIÓN AL BUEN PASTOR
¿Dónde pastoreas, pastor bueno, tú que cargas sobre tus hombros a toda la grey?; (toda la humanidad, que cargaste sobre tus hombros, es, en efecto, como una sola oveja). Muéstrame el lugar de reposo, guíame hasta el pasto nutritivo, llámame por mi nombre para que yo, oveja tuya, escuche tu voz, y tu voz me dé la vida eterna: Avísame, amor de mi alma, dónde pastoreas.
Te nombro de este modo, porque tu nombre supera cualquier otro nombre y cualquier inteligencia, de tal manera que ningún ser racional es capaz de pronunciarlo o de comprenderlo. Este nombre, expresión de tu bondad, expresa el amor de mi alma hacia ti. ¿Cómo puedo dejar de amarte, a ti que de tal manera me has amado, a pesar de mi negrura, que has entregado tu vida por las ovejas de tu rebaño? No puede imaginarse un amor superior a éste, el de dar tu vida a trueque de mi salvación.
Enséñame, pues -dice el texto sagrado-, dónde pastoreas, para que pueda hallar los pastos saludables y saciarme del alimento celestial, que es necesario comer para entrar en la vida eterna; para que pueda asimismo acudir a la fuente y aplicar mis labios a la bebida divina que tú, como de una fuente, proporcionas a los sedientos con el agua que brota de tu costado, venero de agua abierto por la lanza, que se convierte para todos los que de ella beben en manantial, cuyas aguas brotan para comunicar vida eterna.
Si de tal modo me pastoreas, me harás recostar al mediodía, sestearé en paz y descansaré bajo la luz sin mezcla de sombra; durante el mediodía, en efecto, no hay sombra alguna, ya que el sol está en su vértice; bajo esta luz meridiana haces recostar a los que has pastoreado, cuando haces entrar contigo en tu refugio a tus ayudantes. Nadie es considerado digno de este reposo meridiano si no es hijo de la luz y del día. Pero el que se aparta de las tinieblas, tanto de las vespertinas como de las matutinas, que significan el comienzo y el fin del mal, es colocado por el sol de justicia en la luz del mediodía, para que se recueste bajo ella.
Enséñame, pues, cómo tengo que recostarme y pacer, y cuál sea el camino del reposo meridiano, no sea que por ignorancia me sustraiga de tu dirección y me junte a un rebaño que no sea el tuyo.
Esto dice (la esposa del Cantar), solícita por la belleza que le viene de Dios y con el deseo de saber cómo alcanzar la felicidad eterna.
OREMOS, Señor, Dios nuestro, concédenos alegrarnos siempre en tu servicio, porque la profunda y verdadera alegría está en ser fiel a ti, autor de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
Hermanos consagremos nuestro día a Dios TodoPoderoso con la siguiente oración:
Oh Cristo Jesús, Yo os reconozco como Rey universal, todo cuanto existe de vos ha recibido el ser, ejerced sobre mi todo vuestros derechos. Renuncio a satanás, a sus pompas y a sus obras y os ofrezco vivir como buen cristiano. Me esforzare muy particularmente, en hacer triunfar en cuanto pueda los derechos de Dios y de vuestra iglesia. Os ofrezco oh Cristo Rey, mis pobres acciones para alcanzar que todos los corazones reconozcan vuestro amorisísimo reinado y de ese modo se establezca en el mundo el reino de vuestra paz.
¡Viva Cristo Rey de la paz en mi corazón, en mi casa, en mi patria y en todo el mundo. AMÉN!
¡VIVA CRISTO REY!
¡VIVA SANTA MARÍA DE GUADALUPE!
¡VIVA MÉXICO CATÓLICO!
Cristobal Yair Torres Vega C. C. R.
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